martes, 18 de abril de 2017

¿Ha muerto el argumento de venta?


En mi opinión, sí.

Durante muchos años, el llamado "argumento de venta" ha sido básico en la comunicación y publicidad de la gran mayoría de marcas. Lo hemos hecho así durante muchos años, lo estudiamos así en la universidad y ya lo proclamaba de esta forma Rosser Reeves con su famoso USP (unique selling proposition).



Hemos estado mucho tiempo buscando un argumento para lanzarlo al mercado. Si nuestro argumento era “lava más blanco”, todas las campañas potenciaban este concepto. De argumentos de venta se crearon miles de conceptos o eslógans absolutamente brillantes:

“Es cosa de hombres”
“Para gente sin complejos”
“Piensa en verde”
“El cigarrillo americano que más sabe a tabaco”
“Sólo sabe a agua”
“El café de los muy cafeteros”

Argumentos de venta basados el tipo de público al que nos dirigíamos, en el recuerdo del producto o en aspectos y/o beneficios del propio producto.

Con estos argumentos de venta se hacían campañas que se podían emitir y difundir en cualquier medio al que buenamente llegase nuestro presupuesto: una campaña al año, dos, tres, cinco, etc.
Los medios siguen siendo los medios: la televisión, la radio, prensa, revistas, Internet, BTL… se han fragmentado, ha cambiado la inversión, se potencia llegar a un público concreto en un determinado momento, etc. Pero, no lo olvidemos, son medios. Y los medios como tal valen dinero. En ellos se inserta publicidad para que llegue a un consumidor determinado. A ese consumidor le diremos lo que nos de la gana, será nuestro argumento de venta. Y en función de que le guste más o menos, de que esté o no consumiendo ese medio, de que le parezca atractivo o no, venderemos más o menos a través de ese canal de comunicación.

Pero llegan las redes sociales. Las redes sociales no son medios de comunicación, que quede claro. A las redes sociales les define justamente eso, que son sociales. Que tiene que haber diálogo, no monólogo. Las marcas que están utilizando las rdees sociales para colgar sus campañas publicitarias no es que tengan los días contados, es que tienen los seguidores contados. Contados, defraudados y decepcionados. Y hay muchas... basta únicamente por pasarse por las redes sociales de las entidades bancarias más potentes del país para darse cuenta.



En las redes sociales hay que ser social, las redes sociales no son un medio aunque la gran mayoría de marcas no se hayan dado cuenta. No podemos estar repitiendo cada día a nuestros seguidores que “lavo más blanco”. Porque es cansino, porque no les gustará escucharlo repetido 365 veces al año, porque carece de imaginación, porque no aporta nada.

Las redes sociales no son medios de comunicación, aunque tengamos que pagar por estar en ellas. Las redes de comunicación exigen contenido. Contenido interesante, contenido diario, contenido que guste, que posicione a la marca, que le haga caer bien, que le defina como solidaria, como ecológica, como vanguardista, como vintage, como sana, como divertida, como lo que quiera ser. Y la marca divertida tendrá que explicar chistes, y la marca sana deberá dar consejos de salud, y la marca vegetariana deberá exponer recetas interesantes, y la marca vanguardista tendrá que explicarme dónde están las mejores exposiciones del país o del mundo. Y eso les hará sociales, les hará grandes, les hara establecer vínculos y diálogos con sus seguidores. Le hará ganar, les hará vender!!


Y eso, no se llama argumento de venta. Se llama CONTENIDO DE VENTA. Y las marcas que no tengan contenido pueden empezar a planificar su plan de medios con su argumento que escuchará quien pueda o quiera, pero es mejor que se olviden de las redes sociales, de los seguidores, de los likes, de los diálogos, de vender más con mejores argumentos, de ser mucho más que una marca.


El argumento de ventas ha muerto y ha nacido el contenido de ventas. Y los contenidos de venta son una cosa muy seria como para dejarlo en manos del azar o de jóvenes becarios que saben muchísimo (no lo dudo) de redes sociales, pero que van muy justos de contenidos sociales, de contenidos de venta, de conocimiento de producto y competencia, de conocimiento de personas que pueden comprar nuestro producto y que no forman parte de las estadísticas que les dan la razón porque cualquiera puede amoldar unos números a su antojo. Ha llegado la hora de vender, ha llegado la hora de generar contenidos de venta. Argumento de venta, descansa en paz.