El dayketing, aunque quizá todavía muchas personas no utilicen este término, ya es fundamental en la política y en aquello que llaman marketing político. Quizá faltaría una estrategia previamente planeada. Y no estoy hablando de lo que sería una obviedad: coger todos los días Mundiales e Internacionales, agruparlos y saber de qué se debe hablar en esos días, si no hay otros temas de interés. Veamos algunos ejemplos clásicos.
Se acerca el día Mundial de la Salud y, obviamente en toda la prensa y televisión existirán reportajes sobre la salud nacional, etc, etc. Ése sería un buen momento para que:
a. El político del gobierno hiciese un análisis de los avances en salud que se han producido bajo su mandato: menos colas, más hospitales, etc.
b. Obviamente, el político de la oposición hablase de todo lo poco que se está realizando desde el gobierno en materia de salud, y sacase a colación justamente lo contrario que acabamos de mencionar en el punto a.
Bien, esto es lo clásico, que me imagino que la mayoría de partidos políticos ya deben tener preparado con bastante antelación (o al menos eso quiero creer), aunque no siempre saben utilizarlo con la debida agilidad.
Pero hay que ir mucho más allá y ser capaz de analizar la actualidad o la previsible actualidad con datos que puedan ofrecer notoriedad.
Por poner un ejemplo, el mes de julio de 2009 se celebró el 40 aniversario de la llegada del hombre a la luna (como ya hemos comentado). Se han publicado infinidad de documentos y entrevistas con los protagonistas. Se han emitido programas especiales en todas las cadenas de televisión. Ha vuelto Hermida (el locutor de TVE que retransmitió en directo el famoso evento), ha vuelto la teoría de que todo es un estupendo montaje filmado por Kubrick…, en fin, ha vuelto el gran descubrimiento.
Eso se sabía que pasaría con meses de antelación, me imagino que políticamente se podían haber preparado estrategias, trasmitir mensajes del estilo “porque este señor se piensa que ha descubierto la luna”, “hay veces que su señoría parece que esté en la luna de Valencia”. Es decir, preparar una estrategia basada en códigos, frases, consignas sobre algún acontecimiento que vaya a tener trascendencia.
Y luego, y no menos importante, es saber relacionar esos acontecimientos o hechos para poder comentar anécdotas, tener detalles especiales (en aniversarios de muertes o nacimientos de alguien cercano a su ciudad, pueblo, país, etc.) o sacar temas de conversación que pueden generar simpatía por determinadas afinidades.
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